Por Pilar Sampietro a blogs.elpais.com
Vivo en un barrio ocupado por el cemento, en el que los niños sólo pisan la calle para el trayecto de casa a la escuela y los abuelos marcan su horizonte en la tienda “pakis” a metro y medio del único banco. Cuando llego por la tarde, sorteando los coches, los veo serios, amontonados y silenciosos, ampliando el asiento con algunas sillas de ruedas. Y es entonces cuando pienso en lo distinto que sería si a su lado crecieran tomateras y hortalizas y al banco le dieran sombra algunos árboles frutales. Extendiendo la vista más allá esbozarían una sonrisa viendo a un par de críos jugar con la tierra o esconderse y saltar entre bancales. La calle daría de sí y pronto llegarían los que se sentarían a leer cerca del olivo y los que aprovecharían la primera hora de la mañana para hacer un poco de gimnasia o simplemente meditar. ¿No se habla de la ciudad de las personas?¿Por qué no hacerla realidad?.Por eso me gustó enseguida la iniciativa del Park(ing)Day que lleva años celebrándose en170 ciudades de todo el mundo y que este 19 de Septiembre será una realidad en diferentes barrios de Barcelona. La propuesta es sencilla: ocupar una plaza pública de aparcamiento de coches en la calle y trasformarla en un pequeño parque, en un jardín o un lugar de relax y descanso.
El objetivo es dar a conocer otro modelo de ciudad más verde, con más parques y jardines y con más biodiversidad. Una ciudad con más espacio público de calidad, diseñado para las personas y no para los coches. Lugares que funcionan como reductores de la contaminación atmosférica y que fomentan una movilidad sostenible. En el año 2005, en San Francisco (EUA), el colectivo de arquitectos Rebar propuso esta nueva forma de expresar y mostrar la necesidad urbana de respirar mejor. Se trata de una fórmula que además une al barrio porque pueden organizarlo unos cuantos vecinos, hasta de la misma escalera, bajando los tiestos del balcón a la acera de enfrente para reclamar mejores vistas que una hilera de coches aparcados. Cada espacio, cada barrio sabrá su necesidad más inmediata y esa tarde de viernes, durante unas horas, será un buen momento para expresarla de forma creativa y en colectivo.
En Barcelona está organizando el Park(ing)Day la Asociación Espai Ambiental. Insisten en que con algo de imaginación pueden nacer propuestas sencillas y efectivas y animan a usar, para ello, materiales que luego se puedan volver a recuperar. Sugieren que el mensaje sea positivo y que la idea original es informar, sensibilizar e inspirar la transformación hacia un modelo mejor de ciudad. Hay más información en www.parkingdaybcn.org. Y como ellos mismos dicen: es hora de hacer volar la imaginación y experimentar creando temporalmente un trozo de ciudad en la que nos gustaría vivir. Bienvenido sea el Park(ing) Day.